EL BLUES DE LA PRIMAVERA
Hubo un tiempo
disuelto en cosas hermosas,
de alma y cuerpo
cansados
de andar reptando por ahí,
siguiendo esos ruidos
que salen de los bares.
Búsqueda afanosa
en la cerveza y el llanto,
el veneno y la herida
la risa de un bebé que no nació,
el blues de la primavera,
las bodas,
los funerales.
las tarjetas en febrero,
todas las cosas que digo.
DESDE EL NORTE
I
Mi casa es una loma verde y diminuta
donde espero las estrellas,
destello de lo todo lo preterible,
amo su breve luz,
su promesa,
su canto engarzado por millones de cantos,
por un modesto amor que también se irá conmigo
II
En esta geografía
Un montón de palabras es nada
y algunos nombres son importantes:
Dos de abril, la calle lejana de mi casa,
otra calle, el viejo legado de un héroe,
me regalaba el cielo enorme de tus ojos.
Recuerdo tu rostro como una batalla
librada bajo otros nombres:
Carmen o Rosario,
Tal vez Antonia, perdida para siempre,
Como Leonora “por los ángeles así llamada”.
Desde entonces ando en busca
del amor que incendie
las razones de este mundo.
Y no veo manera en que pueda agradecerlo.
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