No hay modo de ver qué lugar ocupa entre los seres, ni siquiera si es uno de ellos
¿Será acaso un fantasma?
Emil Ciorán.
Demiurgo contemplando su obra
Tocó mis hombros con la punta de los dedos
sabía que era ella
balanceando el impulso sobre el reposo
ecléctica y activa
lúdica y vacante
Liberó la tensión sin previo aviso
para regresar silente al punto de contacto
¿Cuántas veces gira la abeja
no sobre la flor
sino bajo la inercia de sus alas?
Apoyó sus palmas y modeló en el engaño
vértebras y apófisis
discos y ligamentos
Me di la vuelta
cerré los ojos
No quería ni podía mirarla
¿Cuántas veces habría ejercido
la doble lubricidad
de saberse creativa y contagiosa?
¿Cuántos mundos
cuántas veces el caos?
No había modo de saberlo
de dar sentido a la ecuación de sus ideas
A no ser la intuición…
y el tacto
2 comentarios:
Saludos...
Atrapada por la poesía dejo este comentario.
saludos, beatriz. Gracias. Siempre tan linda
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