La luz del paisaje
a nuestras espaldas
inunda el espacio entre las mesas
sazona la caída de la tarde
ahúma el cardumen de los años
Vivir en ti
como un terco
comensal de tus latidos
aliado y enemigo
-a tus costillas-
rémora y anzuelo
ha sido como hundirme
para salir a flote
en el río que a veces cruza un puente
colgante
al final
o al
comienzo del mundo
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