
Y bueno, para quienes leyeron la novela o vieron la película, (Sonia Braga está más exquisita que el mejor platillo) rec ordarán que el primer marido de doña Flor, se llamaba Vadinho, parrandero, jugador y amante de época y saga literaria।
Ahí va pues, para Vadinho:
Vadinho
He soñado los números
y la muerte
las diecisiete posturas del azar
y sus juegos amorosos
He apostado mi historia
a tu inocencia
a la igualdad impar
de tus crótalos y erizos
Te quiero así
inconsolable
ahumada en la suerte de un ángulo primo
viuda de mí
o de quien sea
con el alma saliente y el corazón turbio
Quién eres
grumo de sombra
alquitrán de hulla
que sólo alcanzo a arriesgarte
en esta cifra
en esta imposición de límites aleatorios
Te quiero así
ebria o abstemia
girando en el rojo desprestigio de la sangre
en la intuición del vientre
en el ardor sin freno que te nombra y despedaza
antes de sazonar mi derrota
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